jueves, 15 de diciembre de 2016

Romario

(Romario da Souza Faria; Río de Janeiro, 1966) Futbolista brasileño, uno de los mejores delanteros que ha dado el prolífico fútbol carioca. Tras un largo periplo por el fútbol europeo, regresó a su país para jugar en varios equipos de renombre y, a los cuarenta y un años de edad, alcanzó en 2007 la mágica cifra de mil goles, marca que hasta entonces ostentaba en solitario el legendario Pelé.
Nacido en un barrio de favelas de Río, su padre, aficionado al fútbol, fue además su primer entrenador en el equipo de barrio en el que Romario se formó desde los cuatro hasta los trece años. En 1981 fichó por el Vasco da Gama, donde jugó como aficionado hasta 1985, tras haber puesto ya de manifiesto su capacidad goleadora.
Bajo de estatura (no llega a 1,70 m) y de complexión discreta, suplió esas carencias con una habilidad, imaginación y fantasía singulares para un delantero centro. Su creatividad y flexibilidad en el área le valieron varios epítetos, pero él se quedó con la explícita definición del inefable Jorge Valdano: “Es un jugador de dibujos animados”. Hoy en día quizás hubiera dicho: “de la Play Station”. Poco trabajador, mujeriego y amante de la noche, parecía destinado a una carrera corta. Pero su capacidad para recuperarse hizo el resto, convirtiéndose en uno de los futbolistas más longevos que se marcó el reto de no retirarse hasta alcanzar la mágica cifra de los mil goles, que ostentaba en solitario Pelé. Cuando hizo pública su intención, muchos sonrieron por lo bajo.

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